A ver, pongámonos en contexto. Nos duele algo y lo primero que hacemos es correr a Google: “dolor de estómago causas”. Dos clics después ya estamos convencidos de que tenemos algo rarísimo que solo afecta a una persona en un millón. Clásico. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si tu cuerpo no te está mandando un mensaje mucho más claro (y menos catastrófico)?
Aquí entra la biodesprogramación, una forma de entender que nuestras emociones no se quedan guardadas en un cajoncito mental, sino que, si no las gestionamos bien, terminan alquilando un cuartito en nuestro cuerpo.
Cuando el cuerpo habla y no es porque se le olvidó cerrar la boca
Pongamos un ejemplo: el estómago. Cuando estamos nerviosos, sentimos ese “nudo” o esas mariposas (que en realidad no tienen nada de tiernas). O el clásico dolor de cabeza que llega justo después de pasar el día tragándonos el mal genio. Resulta que cada síntoma tiene un “porqué” emocional.
• Dolor de garganta – ¿Te has quedado con las ganas de decir algo? Bueno, tu garganta decidió que si no hablas, ella hablará por ti, pero en forma de dolor. • Problemas digestivos – “Esto no lo puedo digerir” no es solo una frase simbólica, tu sistema digestivo se lo toma muy en serio. • Dolores musculares – Puede que no sea solo el gimnasio, sino el peso de responsabilidades que llevas en la espalda (literalmente).
No, no se trata de “pensar bonito” y ya
Antes de que alguien diga “Ah, entonces si pienso positivo me curo”, no es tan simple. La biodesprogramación no es magia (aunque a veces lo parezca), sino un proceso de autoconocimiento donde te preguntas: “¿Qué emoción estoy reprimiendo? ¿Cómo puedo procesarla de una forma sana?”. Es entender el mensaje que el cuerpo te manda y no simplemente taparlo con una pastilla.
Pequeños cambios, grandes resultados
Si algo te está molestando físicamente, además de atenderlo con un profesional, pregúntate:
¿Hay algo en mi vida que estoy ignorando emocionalmente?
¿Qué situación me está generando más estrés del que quiero admitir?
¿Cómo puedo empezar a liberar esta carga sin que mi cuerpo tenga que gritar por mí?
La biodesprogramación no busca que dejes la medicina, sino que sumes una pieza más al rompecabezas de tu bienestar. Y quién sabe, quizás la próxima vez que te duela algo, en lugar de preguntarle a Google, te preguntes a ti mismo.
