Estos días volvió Superman a los cines.
Y sí, es emocionante verlo volar, salvar el mundo, enfrentar el mal con puños y mirada firme.
Pero mientras la gente mira la pantalla… yo me pregunté:
¿Cuántas personas allá afuera estarán esperando que algo o alguien las salve, sin saber que ese alguien… ya vive dentro de ellas?

No sé tú, pero yo he visto gente que ha pasado por cosas bien duras.
Gente rota, con el alma hecha trizas…
y aún así, siguen.
Siguen cuidando a los suyos. Siguen sirviendo. Siguen creyendo.

Y eso, para mí, vale más que cualquier súper poder.

Porque el verdadero héroe no es el que sale en la pantalla.
Es el que se levanta un lunes con el corazón hecho pedazos y aún así se da el permiso de amar.

Es el que va a terapia, el que llora en silencio pero no se rinde.
Es el que dice: “necesito ayuda”, y eso ya es un acto de valentía.

Ese héroe está dentro tuyo.
A veces lo ignoramos, porque no hace ruido.
No vuela, pero te sostiene.
No lanza rayos, pero ilumina tus decisiones.
No pelea con villanos, pero te enfrenta contigo mismo.

Y sí, está bien ver películas, emocionarse y soñar…
pero ojalá también podamos darnos cuenta de que cada uno de nosotros tiene una misión, una voz, una fuerza.

Así que no, no necesitas una nave de otro planeta.
Lo que necesitas es mirar para dentro.
Dejar de esperar que alguien te rescate, y empezar a hacerte cargo de ti.

Eso ya es heroísmo.

Y si en el camino te quieres acompañar de ángeles, de herramientas, de guía…
aquí estamos, como siempre.

conscienciadiamante.org

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